Llegamos a Toulouse, una magnífica ciudad con una gran oferta de actividades para todas las edades. Además es una buena base de operaciones para recorrer el Midi y otras localidades vecinas como Albi o Carcassonne.
En Toulouse podemos realizar visitas a monumentos, a centros de interés tecnológico como Airbus o a la Ciudad del Espacio.
Solo tenemos que organizarlos y fijar itinerarios, es fácil en un solo día pasar de ver el Capitolio, dar un paseo por la fábrica de Airbus a comprar en las boutiques más importantes.
Toulousse, en tierras francesas.
Entraba en nuestro próximos destinos, pero no llegaba ese empujoncito que nos acabara de decidir. Al final, consideramos que sería estupendo hacernos una escapada de tres días en verano, que los días son más largos y hacer turismo es mucho más relajado.
Hay que aprovechar para sacar los billetes baratos, ya que hay muchas compañías que vuelan a la ciudad y los precios han bajado considerablemente. Si además eliges bien el hotel, triunfas.
Nos fuimos a Toulouse a mediados de agosto. Es una época estupenda para no encontrar aglomeraciones, al ser todavía vacaciones de verano. El vuelo desde Madrid suele durar mas o menos una hora y cuarto, así que es un destino estupendo para hacerse una escapadita de fin de semana, bien aprovechada.
Llegamos a la ciudad a media tarde. Aunque si que se nota que ya no es tan de día. Hay que contar con el tiempo que lleva pasar los controles de seguridad en el aeropuerto. Sobre todo si hay varios vuelos que aterrizan a la misma hora. Según sales, está el tranvía y el bus para llegar al centro. Lo podéis mirar en la entrada de transporte hasta el centro, esperamos que os sea muy útil.
Andando unos cinco minutos y dos calles después llenas de maravillosas tiendas (pero ya cerradas todas), llegas a la Place du Capitole. De noche, noche. Es muy espectacular.
Estaba claro que la elección del hotel en esta ocasión dependía mucho de la ubicación. Decidimos escoger un hotel en el centro y no hay nada más céntrico que la Place du Capitole. Aquí se encuentran el afamado hotel Le Grand Balcon. En la habitación 32, que ahora es una suite, se alojaba Antoine Saint-Exupéry, famoso aviador de la Aéropostale y mundialmente conocido autor del Principito. Toda la decoración de la habitación está ambientada en 1930. El reformado hotel cuentan con muchos objetos originales y es la mejor elección para todos los amantes de la literatura. Sin duda, toda una experiencia más.
Nosotros escogimos el hotel Crown Place, porque se ajustaba más a nuestro presupuesto, también situado en la misma plaza.
Cuentan con run corner, para los deportistas, que además de hacer visita cultural pueden disfrutar de unos buenos circuitos por la ciudad y reponer fuerzas a la vuelta.
El hotel es de cadena americana, así que no hay problema con el inglés en recepción. El servicio es impecable, las habitaciones son fantásticas, espaciosas, con unas camas dobles muy grandes, las almohadas amorosas, un baño amplio... No se puede pedir más.
Como detalle de glamour, ademas de los tapones para dormir, hay una cajita con un tratamiento aromático para asegurarse el descanso. Un spray y un roll on que son maravillosos.
Ducha rapidísima, que nos vamos a ver que cenamos, que en Toulouse también van con horario europeo. No nos la vamos a andar jugando, así que lo más rápido y cómodo, que ya son casi las once de la noche, al MacDonalds. Hay uno en la misma plaza, siempre hay que tenerlos localizados para emergencias. Ya disfrutaremos de la maravillosa cocina francesa en los próximos días. Eso sí, tienen terraza fuera. Las vistas estupendas.
Acabamos de cenar y nos vamos a dar una vuelta por los alrededores a ver qué tal de pinta tienen. En una esquina de la plaza nos encontramos con esta curiosidad.
Salimos hacia el río Garona, que no son más de diez minutos andando, donde está el paseo Henri- Martin para admirar las vistas del otro lado. Es una zona muy concurrida en verano, con mucho ambiente. Desde aquí se puede contemplar la cúpula del hospital de la Grave. Junto con la noria iluminada.
Continuando el paseo lleno de árboles se encuentra uno de los puentes que cruza el Garona, Pont Neuf. Es una pasada de noche y salen unas fotos muy curiosas, los reflejos sobre el río son geniales.
No podía dejar esta foto sin poner, que completa la vista. Hôtel-Dieu Saint-Jacques, luce resplandeciente.
Después de un agradable paseo con una temperatura estupenda, vamos de vuelta para el hotel. Nos encontramos con este curioso edificio, que es Don Jones (torreón del homenaje).
Volvemos para la Place du Capitole. Que a estas horas ya solo queda la gente de paso. La sede del ayuntamiento y del teatro de la ópera con su fachada neoclásica lucen espectaculares bajo la luz de la luna. El edificio es realmente imponente.
A descansar, que mañana tenemos muchas cosas que ver.
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