martes, 1 de mayo de 2018

Carnaval en Venecia

Domingo de Carnaval en Venecia



Por fin lo hemos logrado. ¡Vamos a Venecia en carnaval!

Un referente mundial, cómo lo vamos a disfrutar.



Todavía no me lo  creo. Un lugar mágico, en una fecha marcada en el calendario de todo el mundo. Desde que vi la película Dentro del Laberinto (1986), ya hace muchísimos años, siempre imaginé que Venecia en carnaval sería como el salón blanco del baile. El gran David Bowie disfrazado de brujo mientras suena la música, gracias David por hacernos soñar.



Cómo ya os podéis imaginar los vuelos no son baratos en estas fechas. La alternativa que escogimos fue volar a Verona, aprovechar para ver la ciudad de Romeo y Julieta y coger el tren a Venecia para ver el carnaval.


El horario de los trenes los buscamos en Internet. Hay que ir con margen para poder sacar los billetes en la máquina, porque el proceso es un poco lento y no se puede perder el tren.

Prueba conseguida ¡ya tengo el billete en la mano! El trayecto no dura más de una hora y veinte minutos. El tren se va llenando, en cada parada sube más y más gente y cuando por fin llegamos a la estación de Venecia Santa Lucía, más gente. Antes de entrar en la ciudad hay que poner los Hombres G en el móvil cantando "Venecia", que es un clásico,  no puede faltar siempre que vamos. 

Bajamos del tren, ¡Llegamos! gente, gente y más gente, con sus disfraces y sus máscaras. No entra nadie más y mira que la estación es súper grande y ahora que la han reformado todavía más.

Vamos a por un café "take away", que es mejor llevárselo puesto.


Esto es lo primero que se ve de Venecia cuando sales de la estación. Siempre es viajamos en tren, solo por esto.


Los vaporetto van hasta arriba de gente y hay unas colas impresionantes para sacar los billetes, así que lo más acertado es ir de paseo, a patita, disfrutar del día de sol y el ambiente que hay por todas las calles y puentes (y hay unos cuantos).


 Todos los edificios venecianos tienen alguna particularidad en sus fachadas y los puestos de máscaras no pueden faltar. Los hay durante todo el año, pero en estos días hay una barbaridad. Si no has venido con el disfraz, una máscara siempre te saca de un apuro.



Vamos atravesando los canales y los puentes (sube puente, baja puente ... imprescindibles zapatillas que parece que no, pero el recorrido es largo). 


Esta es una de mis fotos de los canales favorita, hay un pequeño embarcadero donde puedes admirar la Fundación Prada, de noche es una auténtica pasada.

Llega un momento en el que las calles son muy estrechas y cada vez hay más gente. Al final... atasco, todo el mundo camina en el mismo sentido, mucha, muchísima paciencia.


Por lo menos, vamos viendo a los venecianos en las calles con sus trajes magníficos, los gondoleros no pueden faltar en la estampa. Otra opción para disfrutar de la ciudad son las góndolas.



Prueba conseguida, llegada al centro de la fiesta, donde se hacen las actividades oficiales. Han montado una pasarela para realizar el desfile. El vuelo del Ángel fue esta mañana, pero como era imposible ir más deprisa, no llegamos a tiempo. En un lado de la plaza está el escenario y al otro lado la plaza de la Iglesia de San Marcos.






Espectacular es San Marcos. Siempre lo es, el interior es una pasada. Como ya hemos entrado al interior del templo en una visita anterior, esta vez nos quedamos con la fachada.






Las terrazas de la plaza siempre están a tope de gente, por la mañaa y por la tarde. Se nota que es la hora de comer en el horario europeo, y por eso hay sitio en todas ellas. No durará mucho.



Vamos a aprovechar para poder sacar unas fotitos con los venecianos disfrazados con este marco incomparable. Fue un poco complicado porque ellos iban desfilando, con mucha gente cerca, hicimos lo que pudimos.



Para todos los gustos y colores, trajes de época que no pierden ni un ápice de su majestuosidad. Las máscaras son imprescindibles al igual que su silencio. Sólo puedes ver el atractivo color de sus ojos.



Los veneicians tiene un haolo de misterio tan característico estos días en la ciudad. Con toda su paciencia aguantan estoicamente la pose para la foto. Una, otra y otra más. No ponen pegas si les pides hacerte fotos con ellos. Muy de agradecer.





De cercar son mcho más impresionantes. Cada grupo parece más elegante que el anterior. Pudimos hacer las fotos en una placita que hay detrás de la Catedral, donde estaba todo más tranquilo. En los alrededores del Palazzo Ducale, no se puede ni pasar  de la cantidad de turistas, que como nosotros, están disfrutando de los famosos carnavales.



Ya que hemos conseguido verlos de cerca, vamos a aprovechar que ya han comido todos, que ya va siendo hora. Han abierto muchos lugares pequeños de comida rápida, que en nuestras anteriores visitas no teníamos localizados. Pero como no es un día de andársela jugando, lo más probable es que no comas, nos vamos a una apuesta segura, el Hard Rock, una buen ambiente y sus maravillosas hamburguesas.



Es un local céntrio y siempre está muy animado. La selección musical siempre es muy acertada. Desde la planta de arriba tiene unas vistas estupendas al canal. Una suerte pillar mesa.



A la puerta del Hard Rock hay un pequeño embarcadero de góndolas. Hasta un día como hoy es complicado coger una , y eso que hay un mogollón de ellos recorriendo todos los canales. Es una experiencia inolvidable disfrutar de un paseo en góndola en Venecia. Después de comer, volvemos a la Piazza de San Marcos.





A media tarde igue habiendo muchísima gente. En los alrededores del Palazzo Ducale no se puede ni caminar, si tenéis oportunidad no dejéis de entrar a visitarlo, merece muchísimo la pena. El puente de los suspiros ...tantísimas veces inmortalizado.




Continuamos andando por la ciudad, disfrutando de un paseo agradable, mientras nos dirigimos al histórico Puente de Rialto.



Toda una odisea llegar has aquí, porque las calles son muy estrechas y sigue habiendo gente por todos lados. Las fotos del atardecer en esta ubicación son realmente espectaculares. Mucha gente tuvo la misma idea, como era de esperar.



Subir las escaleras fue todo un triunfo y pillar sitio en primera línea más, pero merece mucho la pena. Las vistas del canal y los edificios de colores con esta luz son muy especiales.





Desde este lado, es la foto clásica de todos los milllones de películas que se han rodado en Venecia. Podríamos estar toda la tarde contemplando esta localización. Es espectacular.




Y eta es la vista al otro lado. Para gustos, los colores. Bajamos la escalinata, que da a una calle llena de pequeños puestos, a los que les damos una vuelta. El turismo cultural nunca está reñido con las compras, que nunca se sabe lo que se puede encontrar.



Atravesamos un montón de calles con muchas plazas con encanto, que en nuestra anterior visita no habíamos encontrado.




En dirección a la estación hay ir visualizando los carteles que se encuentran en las calles y plazas, muy significativo, por la derecha o por la izquierda. Así que, como en el laberinto, según la que elijas pues irás viendo unas calles u otras. 





Puedes encontrar una iglesia a la vuelta de la esquina o puedes encontrar una edificio de viviendas, donde hay gente, que es según está  la ciudad, ya es una rareza.





Callejeando, callejeando hermos llegado al final del día. Justo enfrente de la estación de trenes. Tomamos un café antes de irnos, que es invierno y que contar con las horas de luz.


Cruzamos por el puente, estas son las escenas de un lado y el otro antes del anochecer.




Y esta es la estación vistas desde el otro lado, destino final para salir de la ciudad. Tarea que ya suponíamos que no iba a ser fácil. Otra odisea fue comprar los tickets de vuelta, porque había unas colas en las máquinas tremendas. Además, como los asientos no están numerados y los trenes van hasta arriba, hay que andar muy fino, que lo mismo te toca esperar al siguiente ...


Un año de estos a ver si conseguimos una invitación a una de esas fiestas maravillosas y llenas de misterio en cualquiera de los palacios que se en este momento preciso empiezan, cuando cae la noche en la ciudad de Venecia¡A ver si hay suerte!









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