jueves, 23 de agosto de 2018

De turismo por Toulouse, un paseo por la ciudad

Amanece muy nublado después de la tormenta que cayó anoche, nos salvamos de mojarnos por diez minutos. 

Las vistas desde la habitación del hotel son muy bohemias. Los tejados, las antenas y los gatos... tiene un no se qué muy especial y eso que es verano.



Cogemos el chubasquero, no vaya a ser, que siempre hay que ir prevenido. Salimos a la Place due Capitole. Todavía no han instalado los puestos que suelen estar en la plaza.




Vamos a buscar una cafetería mona donde pongan unos croisants estupendos, para empezar el día con mucho ánimo. Paseamos por las encantadoras calles y pequeñas plazas, con sus fuentes, que hay en el centro de la ciudad. 





Después de un maravilloso café con sus correspondientes bollos, nos vamos a coger el tran para llegar a las instalaciones de Airbus.

El trayecto dura casi una hora. Se hace bastante ameno, porque va atravesando la ciudad. Vas viendo las casas, sube y baja mucha gente, porque tiene muchas paradas. Los barrios están en plena naturaleza, así que el trayecto es bastante entretenido.

Desde la parada del tran hay que ir caminando por el campo unos diez minutos hasta la entrada, hay carteles que lo van indicando.

Cuando llegas al complejo de Airbus hay que ir directamente a la taquilla, porque los horarios son muy reducidos. Intentamos comprar las entradas por internet, pero no encontramos la completa, que es la que permite entrar a ver el trabajo de los ingenieros.






Así que en la taquilla solo pudimos conseguir el pase para ver las instalaciones con visita guiada desde el autobús, algo es algo, después de ir hasta allí. Entramos con el grupo de inglés, la guía eso sí, muy simpática y te va explicando absolutamente todo. La excursión dura aproximadamente una hora y media.

El bus te vuelve a dejar en la entrada. Cómo ya se nos ha vuelto a hacer tarde, que ya han pasado las tres y media, vamos a intentar comer algo. Tarea nada fácil. La única cafetería que hay abierta en la zona está justamente enfrente, así que allí fuimos a ver si había suerte. Conseguimos unos sandwiches calientes y unos refrescos, gracias a la amabilidad de los camareros, porque ya estaban empezando a recoger. Así que ya nos fuimos con el café tomado.

Con la entrada también tienes el pase a la sala de exposición del Museo, dónde tienen varios modelos de aviones.






En horario de tarde, a partir de las cuatro ya hay mucha menos gente, y puedes verlo con mas tranquilidad. Además de sacar todos las fotos que quieras.






El tamaño de la nave  es bastante descomunal, porque hay que meter todos estos aviones dentro. ¡Entra un concorde!






El museo también tiene una exposición fuera, con estos otros modelos, el A400M también es grande.




Finalizamos la visita a Airbus, nos hemos quedado con las ganas de haber realizo el tour por sus instalaciones, lo dejamos pendiente para la próxima visita que pasemos por Toulouse.

Volvemos a coger el tranvía de vuelta al centro. Si por la mañana subía y bajaba gente, a estas horas que ya sale la gente de trabajar, va hasta arriba. Nos bajamos en Palais de Justice. La tarde se ha quedado estupenda para dar un agradable paseo.
Este jardín está en el Museo de Hª Natural y anexo a este también puedes visitar los jardines de: des Plantes, el jardín Gran Round y el jardín Royal




Continuamos por el jardín Gran Round, que es una parque en una glorieta gigante, bastante curioso, pero muy bonito.





Al final del paseo está el fotografiado Monument des Combattants de la Haute-Garonne.








La visita cultural de la tarde es en la Catedral de Saint-Étienne. donde además destaca la plaza de mismo nombre y donde se encuentra la Prefécture y los jardines du Cardinal Jules Gerauo Saliège










Como entramos de chiripa porque estaban a punto de cerrar, pudimos visitarla sin mucho público. Siempre es genial llegar a últimas horas para poder hacer las fotos con una luz distinta.








Las vidrieras son realmente bonitas y con el contraste de poca luz ya en el interior, se veían así de fantasmales. 
Salimos de la iglesia y volvemos por el paseo del río disfrutando de las fantásticas vistas de la puesta de sol. Siempre hay público admirando este espectáculo, ¡el verano es genial!





Ya está anocheciendo, vamos de camino al hotel, que se nos hace tarde, para no variar...




Los bares ya están repletos de gente, disfrutando del buen tiempo , tomando algo. Hay muchos locales en la rivera del río.





Llegamos al hotel, ducha rápida, cogemos la chaqueta, que ya va refrescando y nos vamos a ver si nos dan de cenar en algún sitio. La oferta gastronómica de la ciudad es impresionante. El problema es que nosotros no hablamos francés, pero ni un poquito. A buscar en google, en todas sus opciones de búsqueda.

Descubrimos un restaurante con muy buenas recomendaciones en una calle muy pintoresca a la vuelta del hotel y decidimos ir a probar suerte "The Winter Garden" ¡Bingo!. El sitio es muy acogedor, con un ambiente muy familiar, gente muy cosmopolita y hay un camarero maravilloso que habla español y te recomienda unos platos excelentes. Aquí una muestra, porque estaba todo excelente.





Los entrantes de cada uno, ligero para poderte comer el segundo. Uno de pescado, sencillamente delicioso, y otro de carne, sin palabras. Espectacular la cena, no puede mas que decirlo.






No hay mejor manera de acabar el día. Un breve paseo para bajar la cena, que mañana seguimos descubriendo la ciudad.



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