martes, 18 de octubre de 2016

Melilla, llegamos al África español

Melilla. ¡Por fin nos vamos a África!.

Teníamos muchísimas ganas de cruzar el mediterráneo, destino Melilla. Estuvimos buscando qué hacer por allí un fin de semana largo, pero nada, ni fotos ni nada que nos animara a coger los billetes. Solo la página de Turismo de Melilla, que tiene unas fotitos interesantes.



Además las informaciones diarias en todos los medios de comunicación no invitaban para nada a ir de visita, aunque siga siendo España.

Al final pudo más la curiosidad y allá que nos fuimos.

Los vuelos desde Madrid como siempre en agosto, caros no, lo siguiente. Así que después de mucho buscar y rebuscar, dimos con la combinación, nos fuimos cuatro días a Málaga (que ya lo pondremos en otra entrada en el blog) y volamos desde allí. Por ochenta euros tienes el vuelo de ida y vuelta Málaga- Melilla con Iberia operado por Air Nostrum.


Decidimos coger el vuelo de las cuatro, que ya te vas comido y aprovechas toda la tarde. Si eres de madrugar, hay un vuelo a primera hora de la mañana. Tampoco nos quisimos arriesgar a quedarnos sin comer, porque no encontramos información de dónde ir con exactitud.



Avión pequeño, con embarque en pista, rápido y eficiente. El vuelo dura menos de cuarenta minutos, si no hay levante fuerte en el estrecho. Ese día hubo suerte y el vuelo fue fantástico. Desde el aire si está despejado vas viendo los barcos pesqueros.






 El aterrizaje también tiene lo suyo porque la pista es pequeña, pequeña. A un lado la famosa valla, que sale en la tele todos los días y al otro lado Marruecos.



Pie en tierra y salimos del aeropuerto, en menos de cinco minutos, con el equipaje de la mano. Se agradece un montón, cuando vas de vacaciones pocos días y con el horario muy ajustado. Decidimos coger un taxi para llegar hasta el hotel, por unos seis euros lo tienes.

La experiencia en el trayecto que no dura más de diez minutos, fue bastante chocante. Ese fin de semana es la Feria de Melilla, así que el taxista dio un pequeño rodeo porque algunas calles ya estaban cortadas. Y la visón de las calles por las que bajamos hasta el hotel no nos gustó demasiado, había un enorme contraste de unas calles a otras y algunas  calles...... Vamos, el Art Decó de los libros de arte no estaba allí.

Llegamos al hotel. No hay muchas opciones para elegir, nosotros dudamos entre el Parador de Turismo y el Tryp. Nos decidimos por el Tryp porque está en el puerto, a dos minutos de la playa. Y todo hay que decirlo, las fotos de su web no le hacen justicia para nada.......... el hall del hotel es espectacular, amplio y luminos.



Es un hotel enorme, bien ubicado, con unas habitaciones enormes, bien decoradas, súper cómodas las camas, un baño grande, con vistas al mar y una cafetería con un personal muy atento. Ya del precio ni hablamos, por ochenta euros la noche, en agosto y en fiestas.

 Vista de la playa desde la habitación.

Vista de la feria desde la habitación.

Media tarde, dejamos maletas y nos vamos de investigación, a ver si mejoraba mi ánimo, después de lo del taxi y callejear por esas calles...... Para comenzar la visita tomamos los folletos de información personalizados por actividades que ofrece el hotel. Feliciades a la dirección del TRYP una manera magnifíca de visitar Melilla, con itinerarios temáticos y recomendaciones.


Nada más salir del hotel, está el paseo marítimo, con sus palmeras y su playa. Un calor estupendo, la gente paseando, bien, muy bien, esto ya es otra cosa. Seguimos hacia delante, a ver si encontramos el centro de la ciudad vieja. Pues nada, andas cinco minutos y te encuentras con la ciudadela, de lejos, muy bonita, a nosotros que todo lo que sean fortalezas nos encantan.




Y con barco y todo. Damos una vuelta por la calle, a ver si encontramos por dónde se puede subir. Pero va a ser que por esa entrada no iba a ser.


¡Sorpresa!, por favor, esa cala como las de Ibiza, ahí puesta, con estas vista, ese agua azul cristalino, esas piedras que son como cristales de color verde y ese que no hay nadie. No daba crédito.

 Cala Ensenada de los Galápagos



Ya no pude seguir con el turismo, de ahí media vuelta a buscar una cafetería con un dulce para merendar. En cinco minutos llegas a la calle comercial, como tiene que ser, con su Zara y sus tiendas de marca. Y otra vez que piensas, ¿pero dónde estoy?.

Esos edificios Art Decó, como los de Barcelona y Valencia (Melilla es la segunda ciudad de España con edificios modernistas), que me parecen fascinantes, ya solo por esto, merece la pena venir a darse una vuelta por aquí. Sí, aquí estaban. Tres calles más allá hay un parque monísimo (parque Hernández) con una pequeña cafetería. La terraza está dentro del parque y toda la gente merendando ¡churros!, si, que buenos.


Parque Hernández


Después de disfrutar de esos churros en agosto y a un precio que no te lo crees, nos fuimos a ver el arriado de Bandera mensual en el monumento  héroes de Taxdirt (Comandancia General de Melilla), que estaba allí toda la gente.


fuente: @COMGEMEL_ET

De vuelta al hotel a disfrutar de una merecida ducha. Y vuelta a la calle, ya de noche a buscar un sitio donde cenar. No sabíamos donde estaban esos sitios estupendos. En el hotel , tienen unas hojas con la localización de los bares, menos mal, salvados por la campana. Nombre y dirección.

Como todo está relativamente cerca andando, en diez minutos estábamos allí. Aquí también se cena de pinchos y raciones, sencillamente maravilloso. Nos encantó la decoración de este bar.



Bar La Cervecería





A por un helado (la heladería está al lado del parque y no entraba más gente) y de vuelta para el hotel, que mañana hay muchas cosas que ver aquí.

Continuará .... Aquí


2 comentarios:

  1. Ojos de corazón tenemos después de leer tu post.

    Muchas ganas de leer la segunda parte :)

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    1. Muchas Gracias Poca & Go, ya tenemos disponible la segunda entrada. Esperemos que tb te guste.

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