Melilla La Vieja

Ya ha amanecido en África, hace un buen rato.....menos mal que no nos levantamos pronto para ver esos magníficos colores en el cielo, nublado, muy nublado, una pena. No pasa nada, con actitud, que seguro que la temperatura es estupenda.

Nos vamos a buscar un bar para desayunar, de los de aquí. ¡Que suerte!, el café es café y las tostadas  por medias y enteras. Así si que se empieza bien el día. Con ganas.

Fue acabar de desayunar, y un sol radiante. Nosotros de turismo y la gente en dirección a la playa, bueno, si me da tiempo, esta tarde voy a meter el pie en el agua.

Aprovechamos a pasar por oficina de turismo, plaza de las cuatro culturas. Muchas recomendaciones y muchas dudas amablemente resueltas por el personal. Y una gran sorpresa, .......... todos los museos y lugares de interés son gratis. Bravo.

Vamos para la Ciudad Vieja. Hay un ascensor (Torre de Las Cabras) para poder llegar hasta arriba. Sin esfuerzo, no hay recompensa. Subimos andandito, es una subida ligera, pero ya empezaba a hacer calor.

Puerta de la Marina

Según vas subiendo, vas pasando por los arcos de la ciudadela y tuneles como el de Santa Ana y el de la Marina, que tienen estas esculturas tan apropiadas, muy bien puestas.

 Lanceros de Estopiñan

Parece que entras a una fortaleza medieval. En algunos recovecos hay audio y cabinas de información turística, con personal muy amables por cierto.

Plaza de la Maestranza y de los aljibes

Sigues subiendo y callejeando, no sabes muy bien que te vas a encontrar. Como es un día de diario, ni hay gente de turismo, ni aglomeraciones, ni ruido. Es una sensación bastante extraña, la verdad. Muy agradable.

Plaza de la Maestranza, almacenes de las Peñuelas

En la plaza de la Maestranza se encuentran los aljibes y los museos de Historia, Arqueología y Etnográfico de la ciudad de Melilla situados en los almacenes de Peñuelas (en otra entrada comentaremos los museos).

 

Aljibes

Seguimos subiendo y disfrutando de una estampa digna de estar plagada de turistas sepertenado por las escaleras, apenas unos pocos.

Ya casi hemos llegado arriba, si estuviéramos en cualquier otra ciudad, esta calle, detrás de los museos, estaría llena de tiendas de recuerdos, le pega un montón.

Callejón del Moro

Y al final de la escalera , vuelves a ver al mar. Estamos en la Plaza de Estopiñan, antigua plaza de armas. Desde aqui descubrimos una preciosa vista sobre el puerto y gran parte de la ciudad. En la plaza encontramos la Torre de la Vela, ahora museo Museo Municipal y el antiguo Gobierno Militar.

 Torre de la Vela

Antiguo Gobierno Militar

Continuamos por la calle San Miguel buscando el antiguo Hospital del Rey y......¡Que chulo!....un faro ahí, a la vuelta de la calle, en la ciudad y que se puede visitar.

Desde aquí se ve mucho mejor todo el acantilado. Y ese sol maravilloso.

Lo que queremos visitar esta mañana son las Cuevas del Conventico, teníamos mucho interés en verlas y al final de esos túneles, está esa cala. Digno escenario para cualquier serie o película, nada más verlo.

Aunque no os lo creáis la visita es guiada y gratuita, si, gratis. No doy crédito. Hay tres pases de visita por la mañana. En nuestro turno somos 10 personas, casi una visita privada. El último turno es a la una menos cuarto y más o menos una hora de recorrido. La guía muy maja, servicial y con muy buena perspectiva de la historia de la ciudad.

Esto es algo raro, porque bajas por una escalera pero realmente subes, o al revés. Lo que hay es una humedad....recomendación de no llevar el pelo planchado, porque sales con rizos, de todas formas. En una de las salas hay una cama como la de la niña del exorcista (¡que es total!), donde se proyecta un vídeo de la historia de la ciudad, contada por gente de allí.

Después de recorrer un montón de túneles, está ese pequeño mirador, enclavado en un arco de aguja, con salida al mar. 

Las vistas desde aquí ya son fabulosas, pero el olor a mar, es fantástico. Así es por dentro.

Y así es por fuera. Impresionante. Desde aquí ya solo hay un tramo para llegar al fondo del abismo. La puerta se abre, y aparece esa bajada, de película. Si la marea y Neptuno lo permiten, se puede bajar.

Al final del camino, hay una pequeña cala (cala de Trápana), con un agua transparente, las conchas blancas y unas pequeñas piedras de colores brillantes que parecen cristales. Una pena que no te puedas dar un baño. Mientras vas bajando, esto es lo que ves, si miras para arriba.

Cala de Trápana

No podíamos dejar de poner un video del sonido del mar, lo que nos relajan las olas.

Salimos de las cuevas, que ya son las dos, nuestro plan era visitar la igleisa de la Inmacuala Concepción pero estaba cerrado por reforma (otra vez será). Vamos saliendo de Melilla la Vieja, bajando por dentro de la ciudadela, unas fotos estupendas.

 Puerta de Santiago

Plaza de Armas

Podrías estar en cualquier sitio. Entre las almenas, las palmeras, las escalinatas de piedra y los puentes, no aciertas a decidirte. Está todo en perfecto estado, limpio, muy bien cuidado y restaurado.

Puente sobre el foso de Hornaboque y Puerta de la Victoria

Vamos atravesando los distintos puentes y niveles, hasta llegar al otro lado. Se tardan unos diez minutos, con un sol y un calor a esas horas ya considerable.

Ensenada de los Galápagos

Otra vista de la cala (vista en otra entrada del blog), desde el otro lado, Muralla de la Alcazaba. Es muy, pero que muy bonita.

Subimos a comer al Parador, la cuesta con sol, requiere ir bien hidratado. Fuimos de investigación, a ver que tal está el hotel y porque siempre es un acierto su cocina, con platos de la gastronomía local.

El restaurante tiene unas vistas sobre la ciudad geniales y lo más top, todo el salón para nosotros. El personal super amable, que es muy de agradecer.

Llega la comida. Que hambre.....

pastelitas de pollo especiadas

El primero para compartir. Exquisito, la primera vez que lo probaba y todavía me acuerdo de lo buenas que están. El segundo igual de bueno.

tajine de pollo

Excelente todo, ya no pude comerme el postre. Con ganas me quedé.

A la vuelta del Parador y ya que habíamos subido la cuesta, nos fuimos a ver el Fuerte de la Victoria Grande. Las visitas empiezan pasadas las cinco, cuentan con guía y es gratis. Lo están remodelando para incluir exposiciones.

falta foto de la fachada principal.

Una vez visto, nos bajamos para el centro. Nos quedó pendiente el Panteón de los Héroes que no sabiamos que estaba cerca. De camino nos encontramos con la Plaza de la Aviación Española. Nos llama la atención, la escultura del aviador Tomás Castaño, la hélice de un avión T-12

Hélice avión T-12

Avidor Tomás Castaño

A la vuelta de la esquina nos encontramos uno de los edificios emblemáticos del modernismo en la ciudad, el Teatro Kursaal.

 

Obra de D. Enrique Nieto

A la vuelta de la calle de compras, la Plaza Menéndez Pelayo. El diseño es muy original, con la estatua de Miguel de Cervantes y El Quijote. Hacen un conjunto muy pictórico las estatuas, con las columnas y la iglesia al fondo.

Aunque ya eran más de las seis, decidimos darnos un poquito de prisa, para llegar a la playa, aprovechando que la temperatura era estupenda y estaba un poco nublado. Una pasada.

Después de la playa, ducha y salimos a cenar. Que es viernes y seguro que hay mucho ambiente. Decidimos tomar un par de cañas en los bares del puerto Noray, que hay una zona chula enfrente del hotel y después rematamos en los bares del centro.

Los crepes terriblemente buenos, el ambiente estupendo, muy animado. No me esperaba que esté la gente cenando tan tarde, que eran casi las doce y te siguen poniendo pinchos y raciones. Que bien. Así si que se acaba bien el día, reponiendo fuerzas.

Nos vamos de vuelta al puerto y aprovechamos para ver la ciudad de noche, que tiene muchisimo encanto:

Plaza de las cuatro culturas.

Avenida General Macías.

Paseo de la Dársena Pesquera

Puerta de la Marina.

Mañana más, que es sábado y hay que aprovechar bien el día y la noche (con la Feria).